SOLIDARIDAD

Posted by bienporti | jueves, 20 de enero de 2011 | Category: , , | 0 comentarios

Un gran filósofo judío-holandés del siglo XVII, Baruch Spinoza, dijo que “nada es más útil para un ser humano que otro ser humano”. En efecto, las cosas (herramientas, alimentos, casas, armas, etc…) nos prestan servicios puntuales en determinados asuntos de nuestra vida: pero siempre y en toda ocasión necesitaremos la ayuda y la compañía de nuestros semejantes, los demás seres humanos. Establecer vínculos de cooperación, de simpatía y hasta de complicidad con ellos no sólo es la conducta más “humana” de todas, sino también la más inteligente: la que finalmente se revelará como la que nos puede aportar mayores y más reales beneficios. Vivir contra los demás o sencillamente a costa de los demás es un comportamiento brutal, desde luego e “inhumano”, pero también peligroso y a la larga dañino para todos. No por caridad o beneficencia, sino por dignidad y hasta por un egoísmo bien entendido, es necesario aprender a vivir a favor de los demás.

En el mundo actual, la mayoría de las sociedades dan gran importancia a la exigencia de seguridad. En efecto, si no existe seguridad, si estamos amenazados constantemente por delincuentes, terroristas o depredadores, nuestra existencia social puede convertirse en un auténtico tormento. Incluso los más privilegiados se ven obligados a vivir fortificados y recluídos, amenazados siempre por el sobresalto de la violencia. Pues bien, el principal requisito para obtener seguridad en una sociedad es la solidaridad, basada primero en la justicia y luego en la compasión. Una sociedad solidaria y armónica, en la que los ciudadanos viven unos a favor de los otros y no contra o a costa de los demás tiene muchas más probabilidades de ser efectivamente segura. Y esa seguridad basada en la cooperación solidaria garantiza una tranquilidad duradera, tanto para los más favorecidos económicamente como para los que lo son menos, mucho más fiable que la que se consigue solamente por el empleo de la fuerza y de las armas.  Quienes se preocupan por aumentar la solidaridad social y sobre todo educan a los más jóvenes en la importancia de la solidaridad y el apoyo mutuo, están trabajando eficazmente por la seguridad de todos. Beneficiando a otros logran también beneficiarse a sí mismos. De modo que debemos ser inteligentemente egoístas: es decir, socialmente solidarios.





Fernando Savater
Filósofo Español
Colaboración especial para el Despacho de la Primera Dama



© 2010 |Desarrollado por Grupo Inspira |